
Un avión de Delta Air Lines aterrizó de emergencia en Atlanta tras reportarse humo en la cabina. Los 94 pasajeros fueron evacuados mediante rampas de emergencia, mientras la FAA y Delta investigan la causa del incidente.
Un avión de Delta Air Lines con destino a Columbia, Carolina del Sur, realizó un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta luego de que humo llenara la cabina. La aeronave, un Boeing 717-200, aterrizó alrededor de las 9:00 a. m., y los 94 pasajeros fueron evacuados por las rampas de emergencia.
La tripulación reportó la presencia de neblina poco después del despegue y declaró una emergencia aérea para regresar a Atlanta. Según la FAA, la evacuación se llevó a cabo sin incidentes, y Delta Air Lines aseguró que se está investigando la causa del incidente.

Minutos después del despegue, la tripulación del vuelo 876 de Delta Air Lines detectó neblina en la cabina, lo que llevó a declarar una emergencia aérea. Como parte del protocolo de seguridad, se solicitó prioridad en el control de tráfico aéreo, permitiendo que la aeronave regresara de inmediato al Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta.

La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que el aterrizaje y la evacuación se realizaron sin incidentes. Mientras tanto, Delta Air Lines señaló que la seguridad de los pasajeros es su prioridad y que ya se está llevando a cabo una investigación para determinar el origen del humo en la cabina.

No es la primera vez que Delta Air Lines enfrenta una evacuación de emergencia en Atlanta
En los últimos meses, Delta Air Lines ha registrado varias emergencias en el Aeropuerto Hartsfield-Jackson de Atlanta, incluyendo un aterrizaje forzoso por humo en la cabina y un despegue abortado por problemas en el motor.
En uno de los casos más recientes, un Boeing 757 con 201 pasajeros y tripulación abortó el despegue rumbo a Minneapolis-St. Paul tras una alerta en el motor. La evacuación se realizó con toboganes de emergencia, dejando cuatro heridos leves. La FAA anunció una investigación, mientras que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte aún no ha iniciado una revisión oficial.