El exoficial de policía de Minneapolis, Derek Chauvin, fue apuñalado en prisión por otro recluso el pasado viernes, sufriendo heridas graves. Chauvin, conocido por su papel en el caso altamente publicitado de la muerte de George Floyd, había sido declarado culpable y actualmente está cumpliendo una condena de más de 20 años por asesinato en segundo grado.
La Oficina de Prisiones confirmó el incidente, indicando que la agresión tuvo lugar en la Institución Correccional Federal de Tucson, una prisión de seguridad media, a las 12:30 p.m. del viernes. Los empleados de la prisión respondieron rápidamente, conteniendo la situación y realizando medidas de salvamento antes de trasladar al recluso agredido a un hospital local para tratamiento y evaluación.
Aunque la Oficina de Prisiones no reveló la identidad del recluso involucrado, fuentes informaron a la Associated Press que Derek Chauvin fue la víctima de este ataque.
El abogado de Chauvin, Eric Nelson, había argumentado previamente que su cliente pasaba gran parte de su tiempo en confinamiento solitario, principalmente por razones de protección personal. La intensa publicidad que rodeaba el caso de Chauvin, según Nelson, había creado un ambiente propicio para que el exoficial fuera un objetivo dentro de la prisión.
La noticia del ataque ha llevado a la suspensión de las visitas a la prisión de Tucson, la cual, según informes, ha enfrentado problemas críticos de escasez de personal y deficiencias en la seguridad. La situación en la prisión ha generado preocupaciones adicionales sobre la capacidad del sistema penitenciario para garantizar la seguridad de los reclusos, especialmente en casos de alta perfil como el de Chauvin.
Este evento se produce después de que el abogado William Mohrman presentara una apelación ante la Corte Suprema de Estados Unidos en nombre de Chauvin, argumentando que su cliente fue privado del derecho a un juicio justo. Sin embargo, la semana pasada, la Corte Suprema decidió no escuchar la apelación, dejando en pie la condena de Chauvin.
El caso de Chauvin se hizo mundialmente famoso por los videos virales que mostraban la detención de George Floyd en 2020, generando protestas y disturbios en Estados Unidos y Europa. Mohrman, durante la apelación, había argumentado que celebrar el juicio en Minneapolis, donde ocurrió el incidente, garantizaba un juicio injusto para Chauvin, dado el alto nivel de publicidad y la agitación en la comunidad.
Mohrman destacó que uno de los principales argumentos del equipo legal era que debido a los disturbios en Minneapolis, cada jurado impanelado tenía un interés directo en el resultado del juicio, ya que ninguno querría ver que sus comunidades fueran afectadas nuevamente por disturbios.
La condena de Chauvin no se limita a la sentencia estatal; también enfrenta una condena federal por violación de derechos civiles, cumpliendo más de 20 años de manera concurrente con su sentencia estatal.