Lo que parecía una emergencia médica se transformó en un insólito intento de exorcismo cuando agentes de la Policía Nacional del Perú interpretaron las convulsiones de una joven como obra del diablo.
Lo que parecía un día normal para la Policía Nacional del Perú dio un giro inesperado cuando unos agentes decidieron cambiar sus funciones de seguridad por las de cazadores de demonios. Al responder a una emergencia, se encontraron con una joven que, en medio de convulsiones, les pareció más un caso de “El exorcista” que uno médico. ¿El resultado? Un improvisado ritual de exorcismo con el Padre Nuestro como arma principal.
Sin embargo, la realidad era mucho más terrenal: la joven estaba sufriendo un ataque de epilepsia. Al final, en lugar de demonios, lo que necesitaba era atención médica, no rezos y agua bendita.
Los hechos se desarrollaron alrededor de la 1 de la tarde del jueves, en una empresa de encomiendas. En ese momento, una adolescente que se encontraba realizando gestiones en el establecimiento junto a su madre comenzó a convulsionar. La madre y varios testigos llamaron al Servicio de Atención Móvil de Urgencias (SAMU) para solicitar la asistencia de una ambulancia. Sin embargo, ante la demora del personal médico, llegaron agentes de serenazgo y efectivos policiales.
Los policías confundieron la convulsión de la joven con un supuesto caso de posesión demoníaca. Sin seguir el protocolo de atención médica, los agentes inmovilizaron a la menor, sujetándola con fuerza al suelo. Para sorpresa de los testigos, uno de los policías colocó un crucifijo blanco en la frente de la joven mientras otros comenzaban a rezar en voz alta el “Padre Nuestro”.
La ambulancia llegó poco después y la menor fue trasladada al Hospital Dos de Mayo. Aunque no se ha revelado información sobre su estado de salud, se presume que la joven habría experimentado un episodio relacionado con una crisis epiléptica o un brote psicótico.
El incidente no tardó en viralizarse, desatando risas y críticas a partes iguales. Por un lado, muchos cuestionaron la capacitación de los agentes, quienes, con más entusiasmo que conocimiento médico, intentaron salvar el día. Por otro, resaltaron la urgencia de educar a las autoridades y a la población sobre enfermedades como la epilepsia. Según el Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, más de medio millón de personas en Perú viven con esta condición, lo que subraya la importancia de comprenderla y manejarla adecuadamente.
Mientras tanto, el suceso dejó a todos reflexionando. ¿Deberían incluir clases de primeros auxilios y conocimiento básico de neurología en el entrenamiento policial? Porque, como quedó demostrado, los demonios no siempre son la causa de los problemas, pero la ignorancia puede convertirse en el verdadero desafío a exorcizar.
¿Qué debo hacer ante una convulsión?
Según el Ministerio de Salud (Minsa), en caso de una convulsión, la persona encargada de brindar primeros auxilios debe colocar al paciente inconsciente en una posición de seguridad. Se recomienda acostarlo de lado sobre una superficie amplia y plana, como el suelo, para evitar que se caiga. Además, la cabeza debe estar ligeramente inclinada hacia abajo para prevenir que las secreciones o vómitos obstruyan la respiración.
Es fundamental retirar cualquier objeto cercano que pueda representar un riesgo y colocar una almohada o una prenda blanda debajo de la cabeza para protegerla de golpes.
Asimismo, es importante mantener un ambiente tranquilo que ayude a calmar a la persona mientras recobra la conciencia. En ningún momento se debe intentar abrir la boca del paciente ni introducir objetos en su boca mientras está convulsionando.