Mañana contaré la historia de cómo el gobierno obligó a SpaceX a secuestrar focas, ponerles auriculares y reproducir sonidos de explosión sónica para ver si parecían molestas», publicó Musk el domingo por la mañana.
«Regulaciones burocrática» llevaron a SpaceX a atar a una foca a una tabla, ponerle audífonos y reproducir sonidos de estruendos sónicos para monitorear sus niveles de estrés.
Según un informe al que Alerta Mundial tuvo acceso, el experimento se realizó dos veces y, según el informe, la foca permaneció tranquila durante ambas pruebas.
Musk dijo también que tiene «un montón de historias locas» relacionadas con la sobrerregulación gubernamental, incluyendo cómo SpaceX tuvo que estudiar la probabilidad de que su cohete Starship chocara con una ballena o un tiburón.
«SpaceX tuvo que hacer este estudio para ver si Starship chocaría con un tiburón. Y yo pensaba… es un océano grande. Hay muchos tiburones. No es imposible, pero es muy improbable. Así que dijimos: ‘Está bien, haremos el análisis. ¿Pueden darnos los datos sobre los tiburones?'», contó entre risas de la audiencia. Dijo que el Servicio Nacional de Pesca Marina ordenó a SpaceX que llevara a cabo el estudio.
«Nos dijeron: ‘No, no podemos darles los datos sobre tiburones’. Bueno, entonces, está bien, estamos en un pequeño dilema. ¿Cómo resolvemos este problema de la probabilidad de tiburones? Dijeron: ‘Bueno, podríamos dárselo a nuestra división occidental, pero no confiamos en ellos’. Yo les dije: ‘¿Estoy en un sketch cómico?'», dijo Musk en el clip.
«Finalmente, obtuvimos los datos y pudimos realizar el análisis para decir: ‘Sí, los tiburones estarán bien’. Pero no nos permitieron continuar con el lanzamiento hasta que hicimos este análisis loco de los tiburones. Entonces pensamos: ‘Bueno, ya terminamos’. Pero luego dijeron: ‘¿Qué pasa con las ballenas?'», continuó Musk.
