noviembre 22, 2024

Hamás ha presentado una serie de demandas en respuesta a una propuesta de alto el fuego respaldada por Israel, incluyendo el intercambio de rehenes por prisioneros palestinos y la reconstrucción de Gaza. Esta oferta es una contraoferta a una propuesta de alto el fuego respaldada por Israel y Estados Unidos, mediada por Qatar y Egipto.

El grupo terrorista propone una serie de fases en su plan.

Primera fase: una pausa de 45 días en los combates durante la cual todas las mujeres israelíes rehenes, hombres menores de 19 años, ancianos y enfermos serían intercambiados por mujeres y niños palestinos detenidos en cárceles israelíes. Las fuerzas israelíes se retirarían de las zonas pobladas de Gaza y comenzaría la reconstrucción de hospitales y campos de refugiados

Fase dos: Los rehenes israelíes varones restantes serían intercambiados por prisioneros palestinos y las fuerzas israelíes abandonarían Gaza por completo.

Fase tres: Ambas partes intercambiarían restos y cuerpos.

La propuesta también incluye aumentar las entregas de alimentos y otros tipos de ayuda a Gaza. Hamás afirma que al finalizar esta pausa de 135 días en los combates, se habrían concluido las negociaciones para poner fin a la guerra.

Sin embargo, la respuesta de Israel a estas demandas no ha sido clara. Mientras el primer ministro israelí ha expresado su deseo de una «victoria total» en Gaza, funcionarios israelíes están debatiendo si rechazar la propuesta de Hamás o solicitar condiciones diferentes.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado la propuesta de Hamás como «un poco exagerada», mientras que el secretario de Estado, Anthony Blinken, ha enfatizado la importancia de alcanzar una paz duradera, aunque reconoce que aún queda «mucho trabajo por hacer».

En el pasado, se han llevado a cabo intercambios de rehenes entre Israel y Hamás, como en una tregua anterior de una semana en noviembre, donde se liberaron unos 100 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos.

El conflicto entre Israel y Hamás ha tenido consecuencias devastadoras, con un gran número de muertos y heridos en ambos lados. Mientras tanto, las negociaciones continúan entre ambas partes, con Estados Unidos y otros actores internacionales presionando por un alto el fuego sostenido y un eventual fin a la guerra. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre si se logrará un acuerdo que satisfaga a todas las partes involucradas.