julio 5, 2024

Lo que inicialmente fue un intento local de buscar justicia se ha transformado en un escándalo nacional, captando la atención de todo el país. Nikko D’Ambrosio, residente de Chicago, ha presentado una demanda de 75 millones de dólares contra Facebook y 27 mujeres, alegando difamación. La controversia gira en torno a la participación de estas mujeres en un grupo privado de Facebook llamado «Are We Dating the Same Guy? (¿Estamos saliendo con el mismo chico? – Chicago)».

El abogado de D’Ambrosio, Daniel Nikolic, explicó a Fox News Digital que el caso ha ganado relevancia a nivel nacional debido a la cantidad de personas afectadas por situaciones similares. Nikolic reveló que han recibido «cientos de llamadas» de hombres con quejas similares y capturas de pantalla relacionadas con el grupo de Facebook.

Nikko D’Ambrosio alega que las mujeres en la página de Facebook «¿Estamos saliendo con el mismo chico – Chicago?» lo difamaron. (Demanda judicial)



La historia de estos grupos «¿Estamos saliendo con el mismo chico?» se remonta a 2022, cuando mujeres de Nueva York compartieron historias de citas extrañas, tratando de determinar si estaban saliendo con el mismo hombre apodado «West Elm Caleb». La tendencia se extendió rápidamente a otras ciudades, incluyendo Chicago, Los Ángeles y más allá.

Estos grupos se describen como comunidades de concientización sobre «red flag», donde las mujeres comparten experiencias para supuestamente empoderarse mutuamente y protegerse de hombres tóxicos. Sin embargo, la demanda de D’Ambrosio alega que las reglas del grupo, que prohíben el doxxing y fomentan la descripción general de las citas, fueron violadas por las mujeres demandadas.

La controversia llega meses después de que Illinois aprobara una ley contra el doxxing en agosto. Nikolic destacó que D’Ambrosio teme que la información difamatoria publicada en el grupo afecte su estatus en la comunidad y le dificulte encontrar empleo en el futuro.


¿Qué es el doxing?


El doxing es la práctica de investigar y exponer públicamente información personal de una persona, como su nombre completo, dirección, número de teléfono, dirección de correo electrónico, etc., sin su consentimiento. Es una violación de la privacidad y puede tener consecuencias negativas para la víctima.

Un punto crucial en el caso es la incapacidad de D’Ambrosio para defenderse debido a la privacidad del grupo en cuestión. Aunque su abogado envió cartas de cese y desistimiento a los moderadores del grupo, no obtuvieron respuesta, intensificando el dilema legal en el que se encuentra.

Sin embargo, el caso podría enfrentar obstáculos considerables debido a la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, que protege a las plataformas de redes sociales de ser responsables por las publicaciones de los usuarios. Gianna Basile, abogada laboral de Disparti Law Group en Chicago, señaló a Fox News Digital que esta demanda podría sentar un precedente, pero advirtió que no existe una causa legal de acción por «comportarse mal» en las citas.

Basile destacó que las plataformas de redes sociales como Facebook actúan como una «plaza pública» donde la gente comparte historias personales con el público. Este caso, según ella, subraya la importancia de tener cuidado con la información u opiniones que uno decide publicar en línea.


La situación plantea preguntas éticas fundamentales sobre la responsabilidad en línea y la regulación de las plataformas. Aunque los grupos «¿Estamos saliendo con el mismo chico?» buscan empoderar a las mujeres y crear conciencia sobre comportamientos problemáticos, la demanda de D’Ambrosio destaca que estas comunidades también pueden ser terreno fértil para la difamación y la violación de la privacidad.

La abogada Basile sugiere que este caso podría llevar a una reflexión más profunda sobre cómo las redes sociales regulan y supervisan los contenidos de los grupos privados. A medida que estas plataformas se convierten en espacios donde la gente comparte experiencias personales y opiniones, es esencial considerar el impacto que pueden tener en la reputación y la vida de las personas involucradas.

En última instancia, el caso de Nikko D’Ambrosio y su demanda contra Facebook y las mujeres del grupo «¿Estamos saliendo con el mismo chico? – Chicago» resalta la creciente complejidad de los problemas legales derivados de las interacciones en línea y la necesidad de un equilibrio entre la libertad de expresión y la protección contra la difamación.

Según la denuncia de D’Ambrosio, «los acusados difundieron sus mentiras escandalosas, crueles y maliciosas sobre el demandante sabiendo que las declaraciones eran falsas o con imprudente indiferencia sobre si eran ciertas o no».

«Su conducta ilícita es de carácter tan escandaloso y de grado tan extremo que está más allá de todos los límites posibles de la decencia y debe considerarse atroz y absolutamente intolerable en una comunidad civilizada», añadieron también en la denuncia.

Nikko D’Ambrosio ha revelado que el hecho de ser blanco de tantos comentarios negativos le ha provocado «humillación personal, angustia y sufrimiento mental, angustia emocional, estrés, ansiedad y pérdida de ingresos».