Charles Littlejohn, excontratista del IRS de 38 años, fue condenado el lunes a cinco años de prisión por filtrar los registros fiscales del expresidente Donald Trump al New York Times. Littlejohn también estuvo involucrado en la filtración de los registros fiscales de Elon Musk y Jeff Bezos a ProPublica.
El excontratista se declaró culpable en octubre de revelar información de declaraciones de impuestos sin autorización.
La sentencia incluye 36 meses de libertad supervisada y una multa de $5,000. La jueza de distrito estadounidense Ana Reyes, al pronunciar la sentencia, calificó el acto de Littlejohn como «un ataque intolerable a nuestra democracia constitucional». Littlejohn, quien afirmó actuar en interés público, admitió haber tomado la decisión con pleno conocimiento de las consecuencias legales.
A pesar de la justificación de Littlejohn de querer informar al público sobre la elusión fiscal de los ricos, la jueza Reyes no quedó impresionada y expresó que el robo de información fue inaceptable. «Creo que sinceramente sintió un imperativo moral», comentó la jueza, pero agregó que buscaba disuadir a otros de violar la ley por motivos similares.
La filtración de Littlejohn al New York Times en agosto de 2019 condujo a la publicación de historias en septiembre de 2020, revelando que Donald Trump pagó tan solo $750 en impuestos sobre la renta en 2016 y 2017. La resistencia de Trump a divulgar sus registros fiscales había alimentado sospechas sobre posibles actividades ilegales o conflictos de intereses.
La jueza Reyes enfatizó que, aunque la prensa sostiene que «la democracia muere en la oscuridad», existen medios legales para abordar estas cuestiones, y los ciudadanos pueden votar o competir contra aquellos cuyas prácticas fiscales consideren inadecuadas.
Además de filtrar los registros de Trump, Littlejohn tomó datos de las 500 personas más ricas del país en el verano de 2020 y los entregó a ProPublica. Los fiscales argumentaron que el acusado buscó su trabajo de contratista específicamente para revelar datos fiscales al público, utilizando su acceso de manera inapropiada.
Los funcionarios del Departamento de Justicia calificaron la filtración del IRS como sin precedentes en la historia del país. Littlejohn, quien trabajó para el contratista gubernamental Booz Allen en dos períodos entre 2008 y 2017, fue descrito como alguien que utilizó su acceso a datos de contribuyentes de manera indebida para promover su propia agenda política. La sentencia busca enviar un mensaje claro sobre las consecuencias de violar la privacidad y la confidencialidad de los datos fiscales.