diciembre 5, 2024
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En Italia, una creciente controversia rodea la tradicional entrega de un árbol de Navidad al Papa desde las localidades alpinas. Este año, el árbol seleccionado es un abeto de 200 años y 30 metros de altura, conocido como el “Gigante Verde”, situado en el Valle de Ledro, al norte del país.

La tala planeada del árbol para ser enviado al Vaticano ha generado indignación entre los habitantes locales y defensores del medio ambiente.

Al menos 40 mil personas han firmado una petición en Change.org para evitar la tala del “Gigante Verde”.

Este emblemático abeto ha sido un símbolo de resistencia en la comunidad, sobreviviendo guerras y tormentas, y proporcionando refugio en el ecosistema del Valle de Ledro, cerca del Lago de Garda.

El plan de talar y transportar el árbol al Vaticano como parte de una tradición anual ha sido calificado por la comunidad local como una “decisión sacrílega”. Los opositores señalan que esta acción contradice los esfuerzos globales para combatir el cambio climático.

Es incoherente hablar de cuidar el medio ambiente mientras se talan árboles históricos para seguir tradiciones obsoletas”, afirman activistas.

Además, los defensores del “Gigante Verde” han recordado las encíclicas del Papa Francisco sobre la protección de la biodiversidad, invitándolo a visitar el Valle de Ledro para apreciar la importancia del árbol en su hábitat natural.

La tala y transporte del árbol a la Plaza de San Pedro en el Vaticano implican un costo de 60 mil euros. Para muchos residentes del pequeño municipio de Ledro, con solo 5 mil habitantes, este gasto es innecesario y podría emplearse en necesidades más urgentes.

Como alternativa, los habitantes han propuesto crear un árbol artístico permanente hecho de madera reciclada de árboles caídos. Este gesto, aseguran, reflejaría mejor los valores de sostenibilidad promovidos por el Papa Francisco y preservaría al “Gigante Verde” como símbolo de resistencia y protección ambiental.