En una mañana oscura y aterradora en el pequeño pueblo de Kfar Azain, al sur de Israel, la vida del granjero Avihai Brodutch se convirtió en una pesadilla interminable que ha durado ya cuatro largas semanas.
El 7 de octubre, su hogar y su comunidad fueron asaltados por terroristas de Hamas en un ataque devastador que ha dejado a su esposa, Hagar, de 40 años, y a sus tres hijos, Ofri de 10 años, Yuval de 8 años y Uirah de 4 años, desaparecidos sin dejar rastro.
En una emotiva llamada telefónica con Fox News Digital desde Israel, Brodutch hizo un desgarrador llamado al pueblo estadounidense y a los líderes de Estados Unidos para que intervengan y ayuden a resolver esta situación angustiante. «Ruego al pueblo estadounidense y a los líderes de Estados Unidos… que hagan todo lo posible para que los niños puedan regresar con sus familias», suplicó Brodutch, con la esperanza de que su mensaje llegue a aquellos que pueden marcar la diferencia en esta tragedia.
Desde el día del ataque, Brodutch no ha recibido ninguna noticia sobre el paradero o el estado de su esposa e hijos. Su angustia es palpable cuando describe la incertidumbre que lo atormenta: «Sigo sin mis hijos. Mis hijos no tienen un papá. No sé cómo se sienten. Si tienen frío. Si están comiendo. Si están sanos. Ha pasado demasiado tiempo. No tiene sentido para nosotros. Ha sido demasiado tiempo». La falta de información sobre la seguridad y el bienestar de su familia es una carga insoportable que lleva consigo cada día.
El ataque a Kfar Azain ocurrió durante un festival de música, cuando Hamas atacó objetivos vulnerables, incluyendo civiles indefensos. Brodutch estaba fuera de su kibutz cuando ocurrió el ataque, lo que le ha dejado con sentimientos de culpa y desesperación. Al regresar a su hogar al día siguiente, encontró su comunidad devastada y la noticia de que su familia había sido vista siendo llevada hacia Gaza por los terroristas. A pesar de la ausencia de cuerpos o signos de violencia en su hogar, Brodutch vive en la esperanza de que su familia esté viva y pueda ser reunida con él nuevamente.
La esperanza de Brodutch se ha visto reforzada por una reunión con funcionarios de Qatar durante un breve viaje a Washington, D.C. Aunque la situación sigue siendo grave, la presencia y la influencia de Qatar en el Medio Oriente han suscitado un rayo de esperanza en el corazón de este padre angustiado. «Salí muy alentado de la reunión. El embajador tenía una presencia muy fuerte. Me dio esperanza. Sé que Qatar tiene mucha influencia en el Medio Oriente», compartió Brodutch, destacando la importancia del apoyo internacional en esta crisis.
Brodutch, junto con otras familias afectadas, ha hecho un llamado desesperado a Estados Unidos, un país que considera un fuerte defensor de la humanidad y la democracia. «Estados Unidos es un fuerte defensor de la humanidad y la democracia», dijo. «Realmente les suplico que ayuden». En un intento por movilizar el apoyo internacional, Brodutch ha compartido su historia a través de organizaciones como Bring Them Home Now, una iniciativa voluntaria de base en Tel Aviv que se dedica a ayudar a las familias afectadas por este tipo de tragedias.
La situación de Brodutch no es única. Junto con sus seres queridos, hay aproximadamente 240 personas, incluyendo 32 niños, que están siendo retenidas como rehenes en Gaza. «No solo soy yo», dijo Brodutch con tristeza. «Hay 32 niños allí, cautivos. También hay madres allí. Solo personas comunes que están cautivas». La magnitud de esta crisis humanitaria es abrumadora y requiere una respuesta internacional urgente y coordinada.
En este momento de desesperación y angustia, Avihai Brodutch se aferra a la esperanza de que la ayuda internacional, especialmente de Estados Unidos, pueda marcar la diferencia en la vida de su familia y de tantos otros que están sufriendo debido a este trágico evento. Mientras espera noticias sobre el paradero de su esposa e hijos, Brodutch continúa su lucha incansable por reunir a su familia y encontrar la paz que tanto anhela en medio de esta pesadilla interminable.