noviembre 12, 2024

En el recién publicado libro «Endgame: Inside the Royal Family and the Monarchy’s Fight for Survival» del reportero real Omid Scobie, se han desvelado las sorprendentes demandas del rey británico Carlos III, que dan un nuevo significado a la expresión «vivir como un rey».

A sus 75 años, Carlos III muestra una preferencia peculiar por los detalles cotidianos. Desde sus desayunos hasta su rutina nocturna, el monarca tiene exigencias que han sido calificadas de «ridículas» por algunos.

Photo: Adrian DENNIS / AFP


Una de las particularidades más llamativas es su solicitud de huevos pasados por agua cocidos exactamente «cuatro minutos, ni más ni menos, o serán devueltos a la cocina con furia infantil», según revela Scobie en su obra.

Pero las excentricidades de Carlos III no se detienen ahí. A la hora de viajar, el rey insiste en sábanas de 1,000 hilos «perfectamente vaporizadas» y muestra «berrinches» si sus pijamas no están «planchados». A pesar de su vasta fortuna estimada en más de $2 mil millones, Carlos demuestra ser frugal al no desechar nunca sus viejos zapatos. En cambio, recurre a un zapatero para revivirlos cuando comienzan a desgastarse.

Incluso los cordones de sus zapatos no escapan a la meticulosidad del monarca, quienes, según Scobie, deben ser planchados para cumplir con sus estándares.

Sin embargo, la idiosincrasia más peculiar podría ser su solicitud de que alguien le coloque exactamente una pulgada de pasta dental en su cepillo de dientes antes de su rutina nocturna. Y para añadir un toque de extravagancia a este hábito, la pasta dental debe provenir de un «dispensador de plata con escudo», según detalla el autor en su revelador libro.

Estas preferencias por la opulencia no son nuevas para Carlos III. El difunto mayordomo de la princesa Diana, Paul Burrell, había compartido previamente en el documental de 2015 «Serving the Royals: Inside the Firm» detalles sobre las peculiaridades del rey, incluida su exigencia de que la temperatura del agua en sus baños sea «justa, tibia», y la bañera solo puede estar «medio llena» con el tapón «en una posición específica».

Además, se revela que Carlos III viaja con su propio asiento de inodoro y papel, así como con su osito de peluche de la infancia, al que confió a su antiguo ayuda de cámara cuando estaba en la cuarentena.

Estas revelaciones arrojan luz sobre la vida cotidiana de uno de los líderes más prominentes del Reino Unido, mostrando una faceta del monarca que va más allá de su papel ceremonial. La extravagancia y atención al detalle del rey Carlos III parecen ser una constante en su búsqueda de vivir verdaderamente como un rey, incluso en los detalles más íntimos de su vida diaria.