diciembre 4, 2024

En una reciente serie de acontecimientos, Taylor Swift, la reconocida ícono pop, se ha visto envuelta en una disputa legal con un estudiante universitario de 21 años de Florida. El estudiante, Jack Sweeney, ha estado administrando cuentas en redes sociales dedicadas al rastreo de jets privados, incluidos los pertenecientes a Swift y otras celebridades.

La controversia comenzó cuando Katie Wright Morrone, la abogada de Swift, envió una carta de cese y desistimiento a Sweeney en diciembre pasado. En la carta, Morrone advirtió que tomarían medidas legales si Sweeney no cesaba su comportamiento de acecho y hostigamiento, según informes del Washington Post que obtuvieron una copia de la carta.

Jack Sweeney, de 21 años, dirige desde hace mucho tiempo cuentas en las redes sociales que registran los despegues y aterrizajes de aviones y helicópteros propiedad de multimillonarios, políticos, oligarcas rusos y otras figuras públicas.

Morrone argumentó que las cuentas de Sweeney estaban causando daño directo e irreparable a Swift y su familia, además de provocar angustia emocional y física. Afirmó que estos seguimientos habían aumentado el miedo constante de la cantante por su seguridad personal.

«Mientras que esto puede ser un juego para ti, o una vía que esperas que te traiga riqueza o fama, es un asunto de vida o muerte para nuestro cliente», escribió Morrone, de la firma de abogados de Washington Venable.

Agregó que no hay «ningún interés legítimo o necesidad pública para esta información, aparte de acechar, hostigar y ejercer dominio y control».

Por su parte, Sweeney defendió su actividad, argumentando que la información que proporciona ya está disponible públicamente. Además, señaló que su intención no era causar daño, sino proporcionar transparencia y acceso a información pública.

Este enfrentamiento no es nuevo para Sweeney, quien también fue amenazado legalmente por Elon Musk en el pasado por rastrear el jet del fundador de Tesla. Sin embargo, él insiste en que su objetivo no es perjudicar a nadie, sino simplemente informar sobre la actividad de figuras públicas.

«En ningún lugar tengo la intención de hacer daño», dijo al Post. «De hecho, creo que Swift tiene algunas buenas canciones.

«Creo en la transparencia y la información pública».

Las cuentas de Sweeney se basan en datos públicos proporcionados por la Administración Federal de Aviación y aficionados voluntarios que rastrean las señales de las aeronaves. Utiliza esta información para informar sobre los despegues y aterrizajes de aviones y helicópteros propiedad de multimillonarios, políticos, oligarcas rusos y otras figuras públicas.

La situación se complica aún más por las críticas que Swift enfrenta por el impacto ambiental de sus vuelos. Se ha señalado que sus viajes contribuyen significativamente a la contaminación de dióxido de carbono, lo que la llevó a enfrentar críticas en el pasado.

Mientras tanto, la respuesta de Swift y su equipo legal a esta controversia continúa siendo objeto de debate. Algunos argumentan que Swift tiene derecho a proteger su privacidad y seguridad, mientras que otros defienden el derecho de Sweeney a compartir información pública.

A pesar de las tensiones legales, Sweeney ha continuado con sus actividades en las redes sociales, aunque ha recibido algunas restricciones por parte de plataformas como Facebook e Instagram, que desactivaron sus cuentas anteriores por presuntas violaciones de privacidad.