El lunes, las autoridades españolas llevaron a cabo un operativo que culminó con el arresto del principal sacerdote de una iglesia en España, Alfonso Raúl Masa Soto, y su pareja sentimental, bajo la sospecha de dirigir una operación de tráfico de Viagra desde su residencia.
Los informes indican que la intervención policial se produjo poco después de que el sacerdote oficiara un funeral en la iglesia de San Sebastián, en el barrio Don Benito. Según El Español, la policía allanó la presunta guarida de droga de Soto, ubicada a escasas cuadras de la parroquia, donde se sospecha que operaba la red de tráfico de estimulantes sexuales y otros «afrodisíacos».
La investigación, que se prolongó durante meses, reveló que la casa de Soto también funcionaba como almacén de drogas. Se informa que la pareja recibió un envío de Viagra desde Alemania, clasificada como una droga «chemsex» por la Biblioteca Nacional de Medicina, utilizada para facilitar encuentros sexuales, especialmente entre hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
Aunque la Viagra está disponible en farmacias según la ley española, se desconoce si los hombres traficaban con otras sustancias ilegales. El abogado de Soto ha declarado que no existen pruebas que lo incriminen y sostiene que su cliente no tenía conocimiento de las actividades ilegales.
La Diócesis de Plasencia, que supervisa la iglesia de San Sebastián, emitió un comunicado expresando su consternación y declarando que están a la espera de más información para esclarecer los hechos. Los feligreses también se han mostrado sorprendidos por el arresto de su sacerdote, a quien describen como un miembro muy querido de la comunidad.
Soto fue trasladado a Don Benito, a pesar de las solicitudes de su parroquia anterior para que no se mudara. Se reveló que su relación sentimental era un secreto a voces en la ciudad, donde su pareja entraba discretamente a su hogar compartido. Soto compareció ante el tribunal el martes y fue puesto en libertad, mientras que su presunto amante permanece en prisión provisional sin derecho a fianza.
El caso ha generado conmoción entre los residentes locales y ha dejado perplejas a las comunidades religiosas, mientras las autoridades continúan investigando este inusual escenario de tráfico de drogas en el seno de una iglesia.