Las autoridades guatemaltecas rescataron a 160 niños de una propiedad perteneciente a la secta Lev Tahor, un grupo judío ultraortodoxo acusado de violencia sexual contra menores, según anunció el ministro del Interior y la fiscalía.
«La operación permitió rescatar a 160 menores que presuntamente fueron víctimas de abusos por parte de un miembro de la secta Lev Tahor», dijo el ministro Francisco Jiménez luego de un registro en el inmueble ubicado en el municipio de Oratorio, Santa Rosa, a unos 60 kilómetros de la capital, donde la secta se estableció en 2016.
El operativo se llevó a cabo después de recibir diversas denuncias. En una denuncia presentada el pasado 11 de noviembre se señalaba a un miembro de Lev Tahor de los «delitos de trata de personas en modalidad de embarazo forzado, abuso infantil y violación», dijo el fiscal Dimas Jiménez en rueda de prensa.
La denuncia la presentaron cuatro menores de edad que lograron escapar del lugar y relataron las condiciones en las que estaban, según recoge la agencia de noticias EFE.
Durante el operativo se contó con el acompañamiento de personal de la institución del Procurador de los Derechos Humanos (PGN), agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), personal de la Cruz Roja y Bomberos Voluntarios.
En el allanamiento, las autoridades confirmaron que se localizaron «osamentas en cajas». Pero destacaron que «no se puede brindar más información hasta tener los resultados finales».
La operación contó con el apoyo del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS), según relata la agencia de noticias AFP.
No es la primera vez que las autoridades toman acciones contra la comunidad Lev Tahor y la polémica que rodea a este grupo religioso asentado en Guatemala y México va mucho más allá de su ultraconservadora vestimenta y normas.
En Guatemala, el pasado 8 de octubre se abrió una diligencia en su contra y en agosto de 2024 trataron de realizar un allanamiento, aunque sin éxito.
En México, un juez federal dio la orden de arrestar a varios líderes del grupo, cuyo campamento está situado a unos 17 kilómetros al norte de la ciudad de Tapachula, por la sospecha de participación en abuso a menores, después de una investigación llevada a cabo por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada.
Judaísmo ortodoxo
La secta Lev Tahor, cuyo nombre en hebreo significa «corazón puro», fue fundada en Jerusalén en la década de 1980 por el rabino Shlomo Helbrans.
Este grupo, que pasó de estar en Estados Unidos y Canadá a México y Guatemala, cuanta con varios centenares de miembros, entre 250 y 500, según estimaciones.
El grupo llegó a Guatemala en 2013 y, tras varios allanamientos de policía y Fiscalía a sus instalaciones, se movieron a Oratorio en 2016.
Las autoridades creen que el grupo de Guatemala está compuesto por 50 familias, principalmente de Guatemala, Estados Unidos y Canadá.
El grupo practica muchas de las costumbres del jasidismo, una corriente ortodoxa y mística del judaísmo, pero en su aplicación son incluso más estrictos.
Así como en su vestimenta: las mujeres deben estar cubiertas con ropa negra de pies a cabeza, apenas dejando a la vista su rostro, los hombres visten de negro, cubren sus cabezas con sombrero y nunca se afeitan la barba.
Su alimentación se basa en una dieta que sigue las leyes del kashrut, el conjunto de normas bíblicas que establecen cuáles son los alimentos aptos (kósher) que pueden ingerir los practicantes del judaísmo.
Sin embargo, en esto también siguen una versión más extrema. La mayor parte de sus comidas son hechas en casa con el uso de ingredientes naturales y no procesados.
No comen pollos ni huevos de gallina, por considerar que han sido manipulados genéticamente. Sí consumen, en cambio, gansos y sus huevos. Tampoco comen arroz, cebollas verdes o vegetales con hojas, por temor a que tengan algún insecto.
En el caso de los demás vegetales y las frutas, siempre le quitan la piel antes de consumirlos, incluso en el caso del tomate.
En cuanto a las bebidas, solamente beben leche de vacas que ellos mismos puedan ordeñar y elaboran su propio vino.
Los niños, por su parte, no pueden comer golosinas que hayan sido compradas en una tienda. Sus dulces, así, deben limitarse al consumo de chocolate hecho en casa o a frutas, frutos secos y semillas.
Su relación con la tecnología también está extremadamente limitada, pues evitan el uso de aparatos electrónicos, incluyendo la televisión y las computadoras.
Por otra parte, pese a ser un grupo religioso judío, su postura política es contraria al sionismo, por el temor a que la fe judía sea reemplazada por el nacionalismo secular en el Estado de Israel.
Tras los hechos de este fin de semana, la comunidad judía en Guatemala emitió un comunicado en el que se desligó de la secta y dio su «respaldo» a las autoridades locales en sus operativos.
BBC Mundo