julio 27, 2024

Al menos una persona falleció y otras 14 resultaron heridas tras un tiroteo en Kansas City al final del desfile de celebración de los Chiefs por su victoria en el Super Bowl.

El jefe de batallón del Departamento de Bomberos de Kansas City, Michael Hopkins, informó que tres pacientes se encontraban en estado crítico, cinco en estado grave y uno con lesiones que no son mortales. Además, mencionó que cinco heridos adicionales buscaron atención médica por las lesiones del evento, pero no está seguro si fueron víctimas de disparos. La Policía dijo que al menos dos individuos armados están bajo custodia.

La mayoría de los heridos fueron trasladados al Centro Médico University Health Truman, según el portavoz del hospital, Keith King. El área donde ocurrió el tiroteo estaba solo a unos pasos del sitio en el que los Chiefs realizaron un mitin de victoria para miles de aficionados después del desfile.

Se estima que un millón de personas se encontraban en el centro de Kansas City en medio de las celebraciones por el segundo campeonato consecutivo de su equipo. Este tiroteo es el ejemplo más reciente de la violencia armada que impacta la vida estadounidense en lugares que alguna vez se consideraron seguros. Este fue en una celebración deportiva con una gran multitud. Otros incidentes similares han ocurrido en iglesias, escuelas, tiendas de comestibles, centros comerciales, hospitales, campus universitarios y fiestas en casas.

Los jugadores aún se encontraban en el escenario del mitin de la victoria cuando ocurrieron los disparos, mezclándose entre sí después de que terminó. Si bien algunas personas habían comenzado a salir del área, todavía estaba llena de seguidores, que comenzaron a huir asustados tras el sonido de los disparos.

Este trágico incidente ha dejado una marca desgarradora en lo que había sido un día de celebración para los fans de los Chiefs, incluidos muchos niños, ya que los distritos escolares en el área metropolitana de Kansas City cancelaron clases para permitir que los alumnos asistieran. La violencia armada continúa siendo un desafío significativo en la sociedad estadounidense, y eventos como este subrayan la urgencia de abordar este problema de manera efectiva.