Lo hizo en un documento presentado ante el Tribunal Superior de Reino Unido en febrero.
AstraZeneca ha admitido por primera vez que su vacuna contra la covid, desarrollada con la Universidad de Oxford, puede provocar un efecto secundario poco común, el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), en «casos muy raros». Lo ha hecho en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales en febrero, con estas palabras: «Se admite que la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS. Se desconoce el mecanismo causal», según recoge el periódico The Telegraph.
Esta afirmación por parte de la farmacéutica se produce en el marco de un proceso judicial abierto en esta instancia superior a raíz de una demanda colectiva en la que 51 víctimas y familiares reclaman a AstraZeneca hasta 100 millones de libras por daños y perjuicios por los efectos secundarios de su vacuna, Vaxzevria.
Uno de estos efectos es el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS), que consiste en la formación de coágulos en los vasos sanguíneos del cerebro, las piernas o en otra parte del cuerpo, y en el que se produce un recuento bajo de plaquetas en sangre.
Aunque la farmacéutica continúa rechazando las afirmaciones que recogen las denuncias, ahora acepta, sin embargo, que sus dosis «pueden, en casos muy raros, causar trombosis». Precisamente los abogados de los denunciantes argumentan que Vaxzevria «ha tenido un efecto devastador en un pequeño número de familias».
Fue el rotativo inglés el primero en hacerse eco del primer caso judicalizado, el de Jamie Scott, padre de dos hijos que quedó con una lesión cerebral permanente después de desarrollar un coágulo de sangre y una hemorragia en el cerebro que le impidieron trabajar desde después de recibir la vacuna de AstraZeneca, en abril de 2021. El hospital llamó a su mujer hasta en tres ocasiones para comunicarle que su marido iba a morir.