noviembre 24, 2024

El ex embajador de Estados Unidos en Bolivia fue condenado a 15 años de prisión el viernes después de admitir una campaña de décadas espiando al gobierno de EE. UU. para Cuba comunista. La jueza del distrito de EE. UU. con sede en Miami, Beth Bloom, aceptó el plea de culpabilidad de Víctor Manuel Rocha en dos cargos, incluido el de actuar como agente de un gobierno extranjero, antes de imponer su sentencia de una década y media y una multa de $500,000, la pena máxima permitida. Rocha, de 73 años, fue acusado en diciembre pasado, en un caso que el fiscal general Merrick Garland describió como «una de las infiltraciones más amplias y duraderas del gobierno de EE. UU. por un agente extranjero».

«El plea y la sentencia de hoy ponen fin a más de cuatro décadas de traición y engaño por parte del acusado», dijo el viernes el fiscal general adjunto Matthew G. Olsen. «Rocha admitió actuar como agente del gobierno cubano al mismo tiempo que ocupaba numerosos cargos de confianza en el gobierno de EE. UU., una traición asombrosa al pueblo estadounidense y un reconocimiento de que cada juramento que hizo a Estados Unidos fue una mentira», agregó el funcionario del Departamento de Justicia.

Rocha, quien fue embajador en Bolivia de 2000 a 2002, ocupó cargos de alto rango en varias embajadas e incluso en la Casa Blanca durante la administración Clinton durante sus más de 20 años en el servicio público. Entre 2006 y 2012, después de dejar el Departamento de Estado, Rocha se desempeñó como asesor del Comando Sur de Estados Unidos, un puesto de mando militar conjunto con sede en Miami del Departamento de Defensa cuya área de responsabilidad incluye a Cuba.

El Departamento de Justicia señaló que sus diversos roles de alto nivel le proporcionaron acceso a información no pública y clasificada «y la capacidad de afectar la política exterior de EE. UU.». Rocha admitió que su participación con el servicio de inteligencia de Cuba comenzó en 1973 y continuó hasta el momento de su arresto, abarcando toda su carrera en el gobierno.

El diplomático de carrera nacido en Colombia se retrató a sí mismo como un duro opositor al régimen comunista de Cuba, en un esfuerzo por mantener las sospechas al mínimo, según los fiscales.

Fue arrestado después de una serie de reuniones con agentes encubiertos del FBI que se hacían pasar por funcionarios de inteligencia cubanos, durante las cuales Rocha reconoció los «años» de espionaje que había realizado en nombre de Cuba, abarcando «40 años». Rocha se refirió a EE. UU. como «el enemigo» y elogió al difunto dictador cubano Fidel Castro durante sus reuniones con los agentes encubiertos del FBI, según el Departamento de Justicia.

También describió su trabajo como agente cubano como «enorme … Más que un grand slam» y afirmó que lo que hizo «fortaleció enormemente la Revolución». El gobierno de EE. UU. no ha revelado qué información podría haber proporcionado Rocha a Cuba o cómo podría haber influido en la política estadounidense hacia la isla. «15 años en una prisión federal nunca serán suficientes para el daño irreparable que ha infligido a nuestra nación», escribió el representante Carlos Giménez (R-Fla.), nacido en Cuba, en X. El Departamento de Justicia no acusó a Rocha de espionaje, un delito que habría llevado una sentencia más severa.