“La cocaína no es más mala que el whisky”, dijo Petro, mientras que Forero recordó que el presidente había propuesto reunirse con Trump para compartir un trago.
El presidente colombiano Gustavo Petro generó controversia tras sus declaraciones sobre la legalización de la cocaína, comparándola con el whisky. Su postura desafía las normas tradicionales de la lucha contra el narcotráfico y suscitó un intenso debate en diversos sectores.
Durante un consejo de ministros transmitido en vivo, Petro argumentó que la ilegalidad de la cocaína se debe a factores geopolíticos y no a su peligrosidad en comparación con otras sustancias. Esta afirmación ha sido objeto de críticas y ha reavivado el debate sobre las políticas de drogas en Colombia y el mundo.
El mandatario también destacó el impacto del fentanilo en Estados Unidos, sugiriendo que la legalización de la cocaína podría ser una solución para desmantelar el narcotráfico. Sin embargo, sus comentarios han generado reacciones mixtas tanto a nivel nacional como internacional.
«Es ilegal porque la hacen en América Latina»
La frase “la cocaína no es más mala que el whisky” ha sido el centro de atención, provocando reacciones adversas. Muchos críticos consideran inapropiado comparar una droga ilegal con una bebida alcohólica legal, argumentando que esta comparación podría trivializar los problemas asociados al consumo de drogas.
Petro defendió su postura al señalar que el fentanilo, una droga sintética que causó estragos en Estados Unidos, no enfrenta las mismas restricciones que la cocaína. “La cocaína es ilegal porque la hacen en América Latina, no porque sea más mala que el whisky”, afirmó, sugiriendo que la percepción de las drogas está influenciada por su origen geográfico.