En un acto de valentía, Michael Harris, un ex empleado de Starbucks, enfrentó a dos ladrones armados el 17 de diciembre en una sucursal de St. Louis, Missouri. Sin embargo, la historia dio un giro inesperado cuando, semanas después, Harris fue despedido de su trabajo en la cadena de cafeterías.
Según el comunicado de prensa emitido por Krupp Law Firm LLC, la firma que representa a Harris, este cumplió con las reglas del manual de Starbucks al principio del incidente, que aconseja a los empleados no participar en situaciones de robo en las tiendas. Harris intentó seguir las demandas de los ladrones hasta que ya no fue una opción viable para él y otros presentes.
«Pensé que iba a morir ese día… Entraron y anunciaron que era un robo», expresó Harris a KSDK, una afiliada de NBC. A pesar de sus esfuerzos por cooperar, Harris se encontró con la dificultad de no tener la autorización administrativa necesaria para acceder al registro informático de la caja registradora cuando los ladrones exigieron dinero en efectivo.
La situación tomó un giro cuando uno de los ladrones azotó a Harris con una pistola después de que este no pudo cumplir con sus demandas a tiempo. Sin embargo, la intervención de un compañero de trabajo reveló que parte del arma estaba rota, demostrando que era falsa. Fue entonces cuando Harris y su colega, Devin Jones-Ransom, decidieron contraatacar.
Después de una pelea intensa, lograron retener a uno de los ladrones hasta que la policía llegó al lugar, mientras el otro escapaba. La valentía de Harris y Jones-Ransom salvó a los clientes y puso fin al robo.
Sin embargo, el héroe inesperadamente se encontró sin empleo semanas después del incidente. Según el relato de Harris, recibió una llamada informándole que sería despedido, sin explicación alguna sobre qué política violó, si es que violó alguna, o qué debería haber hecho diferente en esa situación.
La firma legal que representa a Harris, Krupp Law Firm LLC, sostiene que el despido podría estar relacionado con la franqueza de Harris al expresar sus preocupaciones sobre problemas de seguridad y incidentes anteriores en la tienda.
Ryan Krupp, abogado que representa a Harris, criticó la política de despido de Starbucks, argumentando que no es justa. «No hay manera de que un individuo pueda enfrentarse a un peligro, intentar la muerte potencial de sí mismo o de otra persona, y luego, una vez que ha sido golpeado o derribado, no pueda defenderse», declaró Krupp a NBC.
El caso de Michael Harris plantea preguntas sobre la ética laboral y la política de seguridad en grandes cadenas como Starbucks, dejando a muchos cuestionando si la valentía debería ser recompensada o castigada en el lugar de trabajo.