El recién elegido presidente de Argentina, Javier Milei, emerge como una figura política única, con una admiración de larga data por Israel y la comunidad judía. Su sorprendente victoria en las elecciones destaca no solo por su compromiso en erradicar el socialismo en la nación sudamericana, sino también por un pasado colorido.
En septiembre, apenas meses antes de su elección, Milei, católico de 53 años, realizó un viaje a la ciudad de Nueva York. Durante su estancia, se reunió con prominentes líderes jasídicos en Brooklyn y Queens, marcando así su estrecha conexión con la comunidad judía. El rabino Mendy Kotlarsky, funcionario de Jabad, una organización jasídica judía en Nueva York, compartió sus impresiones sobre la reunión: «En mi conversación con el Sr. Milei, quedó claro que estaba genuinamente inspirado por las enseñanzas del judaísmo». Kotlarsky destacó la sinceridad y profunda convicción espiritual de Milei, que lo llevaron a Nueva York para un día lleno de oración.
Durante su visita a la ciudad de Nueva York, Javier Milei, antes de su encuentro con prominentes líderes jasídicos en Brooklyn y Queens, hizo una significativa parada en su peregrinación. Previo a sus lecciones y reuniones, se dirigió al Ohel, el lugar de descanso del rabino Chabad Lubavitcher Menachem Mendel Schneerson, fallecido en 1994. En este sagrado sitio, Milei buscó la bendición del difunto rabino para su contienda presidencial.
El presidente electo compartió su experiencia, subrayando la importancia de esa búsqueda de bendición en su abrumadora victoria: «Allí pedí su santa bendición para ser elegido presidente de Argentina, y esta bendición se hizo realidad esta semana.» Este testimonio revela la conexión espiritual y la reverencia de Milei hacia las tradiciones y creencias asociadas con la figura influyente de Schneerson.
En otras apariciones televisivas, Milei ha expresado su preferencia por las sinagogas sobre las iglesias y ha afirmado que prefiere recibir orientación de un rabino en lugar de un sacerdote.
A pesar de ser criado como católico, Milei ha chocado frecuentemente con el Papa Francisco, a quien ha calificado públicamente como «imbécil» y «promover el comunismo», declaraciones por las cuales recientemente se disculpó.
Milei también a reflexionado abiertamente sobre la posibilidad de convertirse al judaísmo, subrayando su profundo interés en la cultura y las enseñanzas judías.
La conexión de Milei con la cultura judía se extiende a su compromiso político. Ha prometido visitar Israel en su primer viaje al extranjero como presidente y, siguiendo los pasos de Estados Unidos, trasladar la embajada de Argentina de Tel Aviv a Jerusalén. Estas decisiones reflejan su compromiso con fortalecer los lazos entre Argentina e Israel.
Además, Milei ha incorporado referencias a la Torá en sus discusiones sobre teoría económica, destacando su profundo estudio de textos judíos. En colaboración con el rabino argentino Shimon Axel Wahnish, Milei ha explorado de cerca estos textos, revelando una conexión intelectual y espiritual con la tradición judía.