diciembre 3, 2024

Comandos israelíes fuertemente armados llevaron a cabo una incursión en el hospital Ibn Sina en la ciudad de Jenin, Cisjordania, resultando en la muerte de tres presuntos terroristas. Las imágenes capturadas por las cámaras de seguridad del hospital revelan una operación rápida y altamente coordinada, con soldados encubiertos vestidos como mujeres musulmanas y personal médico.

El dramático video muestra a soldados israelíes disfrazados con pañuelos en la cabeza y batas médicas, portando rifles de asalto mientras corren por los pasillos del hospital. Uno de los soldados lleva una mascarilla quirúrgica y sostiene un rifle en un brazo, mientras que en el otro lleva una silla de ruedas plegada. Las imágenes, publicadas por los medios palestinos, incluyen escenas gráficas como una almohada empapada de sangre con un agujero de bala y un sillón plegable cubierto de sangre.

El ejército israelí justifica la operación afirmando que los tres palestinos asesinados estaban utilizando el hospital como escondite. Según ellos, uno de los fallecidos era un miembro de Hamás que planeaba un ataque inspirado en la masacre del 7 de octubre. Sin embargo, los funcionarios del hospital aseguran que los soldados israelíes ejecutaron a sangre fría a los tres hombres mientras dormían en una habitación del tercer piso, donde recibían tratamiento médico.

Mohammed Jalamneh, identificado como uno de los fallecidos, era señalado por el ejército israelí como el cerebro detrás del inminente ataque planeado. Hamás confirmó su afiliación al grupo y condenó su muerte como un «asesinato cobarde». Los otros dos, los hermanos Basel y Mohammed Ghazawi, eran, según Israel, participantes en ataques terroristas pasados.

El ejército israelí no proporcionó detalles sobre la forma en que murieron los tres hombres, mencionando que la operación duró aproximadamente 10 minutos. Sin embargo, las declaraciones del hospital sugieren que fueron ejecutados a sangre fría dentro de la habitación.

Basel Ghazzawi, uno de los fallecidos, estaba en el hospital para recibir tratamiento debido a una parálisis de cintura para abajo causada por heridas de metralla durante un enfrentamiento anterior entre fuerzas israelíes y palestinos. La Jihad Islámica reclamó a los dos hermanos como miembros de su organización.

El representante del Hospital Ibn Sina, Tawfiq al-Shobaki, denunció la operación israelí, alegando que el escuadrón atacó a médicos, enfermeras y personal de seguridad durante la incursión. Calificó el suceso como un «precedente», destacando que nunca antes se había registrado un asesinato dentro de un hospital.

La ministra de Salud palestina, Mai Alkaila, condenó el incidente como un crimen de guerra y llamó a las Naciones Unidas y a grupos de derechos internacionales a tomar medidas enérgicas contra las acciones del ejército israelí.