septiembre 28, 2024

Después de una extensa investigación, se han revelado detalles sobre la participación de la Dra. Xiangguo Qiu, una científica china que fue expulsada de un laboratorio en Canadá, con el Instituto de Virología de Wuhan (WIV), en el centro de las teorías sobre el origen del Covid-19.

La Dr. Qiu y la Dr. Zhengli asistieron a una conferencia celebrada en el laboratorio de Wuhan en 2018. También estuvieron presentes el médico británico Peter Daszak, cuya organización benéfica estadounidense financió experimentos con virus animales en el laboratorio, y el científico estadounidense Ralph Baric, coautor de un artículo sobre los virus de los murciélagos con Zhengli en 2015.

La Dra. Qiu y su esposo, el Dr. Keding Cheng, fueron despedidos del Laboratorio Nacional de Microbiología de Canadá en enero de 2021, tras descubrirse que enviaron muestras de virus letales a China y violaron otras regulaciones importantes. Esto desencadenó una investigación exhaustiva por parte del Servicio de Inteligencia de Seguridad de Canadá (CSIS), cuyos hallazgos se dieron a conocer recientemente.

Según los documentos vistos por DailyMail.com, se reveló que la pareja había utilizado el laboratorio canadiense como una «base» para ayudar a China a mejorar su capacidad para luchar contra patógenos, sin informar a sus superiores. Además, se detalla la cooperación de la Dra. Qiu con el Instituto de Virología de Wuhan, incluida su presunta colaboración con la viróloga china Dra. Shi Zhengli, conocida como la «mujer murciélago».

Dr. Qiu trabajando en el laboratorio. Los investigadores dijeron que ella había enviado el código genético del Ébola al Instituto de Virología de Wuhan (WIV).

La Dra. Zhengli, quien dirigió investigaciones sobre murciélagos en el WIV, ha sido objeto de críticas por sus experimentos de «ganancia de función», que buscan comprender mejor los virus animales y los riesgos que plantean al modificar genéticamente los virus. Aunque ha negado cualquier relación entre su trabajo y el origen del Covid-19, el FBI ha sugerido que es probable que el virus se haya originado en un laboratorio chino.

La investigación del CSIS también reveló que la Dra. Qiu fue contratada por el WIV para dirigir un proyecto de «infección animal» que se llevó a cabo desde junio de 2019 hasta mayo de 2021, en colaboración con un virólogo chino anónimo del instituto. Este proyecto involucró la modificación genética de virus de murciélagos, utilizando técnicas similares a las implementadas en un estudio de 2015 en el que participaron científicos estadounidenses y chinos, incluido Ralph Baric.

La Dra. Qiu ahora ha sido vinculada con la Dra. Shi Zhengli (en la foto), conocida como la «mujer murciélago», quien está en el centro de las afirmaciones de que el virus Covid-19 se filtró a partir de experimentos que dirigió en un laboratorio de Wuhan.

Además, se descubrió que la Dra. Qiu había hablado sobre el envío del virus del Ébola desde Canadá a Wuhan en 2018. El CSIS también reveló que el WIV patrocinó las solicitudes de la Dra. Qiu para trabajar en colaboración con el Ejército Popular de Liberación en un programa llamado Plan Mil Talentos, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad y la transferencia de tecnología.

Aunque tanto la Dra. Qiu como su esposo no han hecho comentarios públicos sobre estas revelaciones, los documentos del CSIS sugieren que la Dra. Qiu negó cualquier violación de las normas de seguridad, culpando a la falta de claridad en los procedimientos. Sin embargo, se enfrentaron a pruebas contradictorias durante la investigación.

Estos hallazgos plantean nuevas preguntas sobre la seguridad en los laboratorios y las conexiones entre científicos occidentales y chinos en la investigación de virus animales. Mientras tanto, el debate sobre el origen del Covid-19 continúa siendo objeto de acaloradas controversias, con algunas agencias sugiriendo que el virus pudo haber escapado de un laboratorio chino y otras defendiendo la teoría de la transmisión natural.

En medio de estas revelaciones, figuras prominentes como Peter Daszak, cuya organización financió la investigación del WIV, han sido cuestionadas por su papel en desestimar la teoría de la fuga de laboratorio y por su posible intimidación a otros científicos. Estas controversias subrayan la necesidad de una mayor transparencia y cooperación internacional en la investigación de enfermedades infecciosas.

Este artículo es hecho con información proporcionada por el Daily Mail. Lee más aquí