La noticia se conoció tras la escalada de las tensiones ocasionada por la ampliación de la doctrina militar del Kremlin: Putin firmó un decreto que permite utilizar armas atómicas ante agresiones convencionales.
Rusia ha comenzado la producción en masa de refugios antibombas móviles diseñados para proteger contra amenazas como radiación, ondas de choque y desastres naturales, anunció el Instituto de Investigación del Ministerio de Emergencias.
Los refugios, denominados “KUB-M”, tienen el aspecto de contenedores de carga reforzados y pueden instalarse en el permafrost del norte de Rusia. Según el instituto, una unidad estándar tiene capacidad para 54 personas, con la opción de añadir módulos adicionales.
El anuncio llega en un momento de alta tensión global, mientras la guerra en Ucrania avanza hacia una fase que funcionarios consideran como la más peligrosa desde el inicio del conflicto.
Aunque el instituto no vinculó la producción de los refugios con la situación actual, el anuncio coincidió con la decisión de Estados Unidos de autorizar a Ucrania el uso de misiles de largo alcance para atacar dentro de territorio ruso, un movimiento que ha sido rechazado por el Kremlin.
Armas nucleares autorizadas
El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó este martes un decreto que permite el uso de armas nucleares contra Estados no nucleares si cuentan con el respaldo de potencias atómicas. Según el documento publicado en el portal de información legal ruso, “el lanzamiento de misiles balísticos contra Rusia” figura entre las condiciones que justificarían el uso de estas armas.
La doctrina, que amplía las categorías de amenazas consideradas para la estrategia de disuasión nuclear, incluye agresiones de coaliciones militares como la OTAN.
“La agresión de cualquier Estado perteneciente a una coalición militar (bloque, alianza) contra la Federación de Rusia y (o) sus aliados es vista como una agresión de la coalición en su conjunto,” señala.
Las cláusulas son consideradas por los analistas como una clara advertencia a Estados Unidos y la OTAN, en caso de que decidan involucrase directamente en el conflicto en Ucrania.
El anuncio se produjo en el día 1.000 de la ofensiva rusa en Ucrania, tras reportes de que Estados Unidos autorizó a Ucrania el empleo de misiles de largo alcance. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó esta decisión como “imprudente” y aseguró que habrá una respuesta de Moscú.
La doctrina, que subraya que las armas nucleares son un “instrumento de disuasión” de carácter defensivo, incorpora por primera vez referencias al uso de drones y armas hipersónicas en posibles ataques contra Rusia. Estos cambios reflejan, según Peskov, una adaptación a la actual realidad geopolítica.
En paralelo, el decreto refuerza la postura de Moscú frente a lo que percibe como un incremento de la hostilidad por parte de Occidente, particularmente tras el despliegue de armas nucleares tácticas rusas en Bielorrusia, aprobado previamente por Putin.
El jefe del Kremlin advirtió en septiembre que su país podría utilizar ahora armas nucleares en caso de “masivos” bombardeos aéreos contra Rusia, y que cualquier ataque de un país sin armas atómicas, como Ucrania, pero apoyado por una potencia nuclear, como Estados Unidos, podría considerarse una agresión “conjunta” susceptible de requerir tal medida.
Infobae (Con información de Reuters, EFE y AFP)