marzo 9, 2025
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Las autoridades del condado de Santa Fe han desentrañado el misterio que había detrás de la extraña muerte del actor Gene Hackman, su mujer Betsy Arakawa y uno de los perros del matrimonio.

Desde que saltó la noticia que se habían encontrado los cadáveres del matrimonio en su casa de Santa Fe, Nuevo México, el 26 de febrero, ha circulado todo tipo de teorías entre las que se teorizó con el suicidio o la muerte accidental. No había signos de trauma en sus cuerpos, pero las causas de la muerte alimentaron rumores y sospechas.

La primera en morir fue la pianista Betsy Arakawa, de 63 años, por hantavirus, una enfermedad rara similar a la gripe vinculada a los roedores. Sin el tratamiento necesario, se forma líquido dentro y alrededor de los pulmones y la persona muere en de 24 a 36 horas. «El fallecimiento de Betsy Arakawa Hackman fue por causas naturales», así lo ha explicado este viernes Heather Jarrell, médico forense de Nuevo México, durante una rueda de prensa.

La última vez que Arakawa salió de su casa fue el pasado 11 de febrero, momento en que también fue la última vez que envió alguna comunicación, según añadió el sheriff del condado de Santa Fe, Adan Mendoza. Probablemente, la mujer de Hackman murió por el virus ese día, agregó Jarrell. Los agentes encontraron el cuerpo de Arakawa «en estado de descomposición, con signos de hinchazón en la cara y momificación en manos y pies».

En lo que respecta a Gene Hackman (95 años), la estrella convivió con el cadáver de su esposa durante una semana entera antes de sucumbir a complicaciones de problemas cardíacos y enfermedad de Alzheimer. Tal y como revelaron las autoridades este viernes. Según explicó la Policía de Santa Fe en su momento, Gene Hackman murió el 17 de febrero (según los registros de su marcapasos), una semana y media antes de que descubrieran su cuerpo el 26 de febrero.

Los últimos días de Betsy Arakawa

El sheriff de Santa Fe reconstruyó los últimos movimientos de Betsy Arakawa. Por un lado, el 9 de febrero, la mujer se llevó a casa a uno de los tres perros al que habían sometido a una pequeña operación en el veterinario. De ahí, que el animal estuviera encerrado en una jaula y probablemente murió de hambre.

Dos días después salió a hacer una serie de recados y regresó a casa después de las cinco de la tarde. Desde entonces, sus comunicaciones con su entorno se detuvieron. De hecho, Betsy tenía numerosos mails sin leer de esa fecha en su ordenador.

El Debate