noviembre 21, 2024

El sábado por la noche, un ataque con aviones no tripulados en el noreste de Jordania cerca de la frontera con Siria dejó tres miembros del servicio estadounidense muertos y otros 25 heridos, marcando un significativo aumento de tensiones en Medio Oriente.

El ataque tuvo como objetivo un pequeño puesto avanzado estadounidense, siendo la primera vez que tropas estadounidenses mueren por fuego enemigo en la región desde el conflicto desencadenado después del ataque terrorista de Hamas el 7 de octubre contra Israel.

El presidente Biden, en un comunicado, atribuyó el ataque a grupos militantes radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Irán. Expresó su indignación, calificando el ataque como «despreciable» e «injusto», y aseguró que se hará justicia. La identidad de los soldados no se revelará hasta que sus familias sean notificadas.

La base atacada está cerca de Al Tanf Garrison en el sureste de Siria, donde las fuerzas estadounidenses colaboran con aliados contra militantes del Estado Islámico. No se ha atribuido la responsabilidad del ataque a un grupo específico, y la forma en que el dron alcanzó la base sigue siendo incierta.

Hasta ahora, 34 miembros del personal están siendo tratados por posibles lesiones cerebrales traumáticas. Este ataque se produce una semana después de que cuatro soldados estadounidenses fueran examinados por lesiones similares en la base aérea de Al-Asad en Irak.

Antes del incidente, ya se habían registrado más de 158 ataques contra fuerzas estadounidenses y aliadas en Irak y Siria. Mientras tanto, los grupos terroristas Houthi y Hezbollah, respaldados por Irán, han lanzado ataques en solidaridad con Hamas en su conflicto con Israel en Gaza.

El general CQ Brown, presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, expresó en ABC News el deseo de evitar una mayor escalada y señaló el compromiso de Estados Unidos de reprimir los ataques de representantes iraníes. El Ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, afirmó que su nación estaba cerca de negociar la paz en el Mar Rojo, pero advirtió que el conflicto persistirá hasta que Israel se retire de Gaza.