El bebé, de ocho meses, sufrió fracturas graves y se encontraron en él signos de abuso. El padre, de 20 años, intentó culpar a su pareja, pero terminó confesando su violento acto.
En Milwaukee, Wisconsin, Jalin White, un padre de 20 años, causó conmoción tras ser acusado de un acto de violencia extrema contra su hijo de ocho meses, luego de un arranque de frustración mientras jugaba al videojuego NBA 2K. Según informes policiales y médicos, el sujeto lanzó al bebé contra una pared porque estaba perdiendo una partida competitiva, dejando al niño con lesiones graves que incluyen fracturas en el cráneo, las costillas y la clavícula, así como signos de abusos previos.
Según People, el incidente ocurrió mientras White cuidaba al niño, ya que la madre estaba fuera de casa. Los informes médicos indicaron que el bebé, identificado por sus iniciales, llegó al hospital con múltiples heridas en distintas etapas de curación, lo que llevó a los médicos a alertar a la policía.
Una violencia desatada contra su hijo
Inicialmente, White culpó a la madre del niño, alegando que ella había golpeado accidentalmente la cabeza del bebé contra un marco de puerta. Luego afirmó que las lesiones ocurrieron cuando el niño cayó durante un cambio de pañal y, más tarde, que lo dejó caer mientras jugaba al videojuego.
Finalmente, confesó haber arrojado al bebé contra la pared porque estaba perdiendo en una partida de NBA 2K, un videojuego de baloncesto. “Lo lancé con fuerza y escuché el impacto de la pared”, declaró el sujeto a los investigadores, según documentos oficiales.
Daily Mail señaló que, durante la audiencia judicial, White rompió en llanto al escuchar que las lesiones del niño eran tan graves que no se esperaba que sobreviviera. Su confesión, junto con el historial de abuso previo evidenciado en el cuerpo del bebé, han llevado a las autoridades a considerar un posible aumento de los cargos a homicidio, si el niño fallece debido a sus heridas.
Historia de abuso previo
Los informes médicos revelaron que el bebé no solo sufrió lesiones recientes, sino que también tenía signos de abusos anteriores. Entre las heridas se encontraban fracturas en las costillas en diferentes etapas de cicatrización, un patrón que indicaba un maltrato recurrente. Además, el niño presentaba un ojo inflamado y lesiones en las manos y piernas.
Los investigadores concluyeron que las múltiples lesiones no podían explicarse como accidentes aislados, lo que fortaleció la acusación de abuso continuo. Según las autoridades, estos hallazgos subrayan la gravedad de la violencia ejercida contra un niño que aún no puede hablar o defenderse.
Conmoción en Milwaukee
CBS News señaló que este caso generó malestar en la comunidad, resaltando problemas críticos relacionados con la violencia doméstica, el maltrato infantil y la salud mental.
En muchos hogares, los factores de riesgo que llevan al abuso infantil incluyen la falta de apoyo emocional, presiones económicas y el aislamiento social. En este caso particular, la conexión entre un estallido de ira y un videojuego plantea interrogantes sobre cómo las dinámicas familiares y el manejo inadecuado de las emociones pueden exacerbar problemas subyacentes.
En función de las acusaciones actuales, Jalin White enfrenta cargos de abuso infantil y negligencia, que en el estado de Wisconsin son delitos graves. Si el bebé no sobrevive, los cargos podrían ampliarse a homicidio intencional o imprudente, dependiendo de cómo los fiscales califiquen el caso.
- Abuso infantil grave: Puede conllevar hasta 40 años de prisión, dependiendo de las circunstancias y el grado de las lesiones.
- Homicidio imprudente de primer grado (si el niño fallece): Tiene una pena máxima de 60 años.
- Homicidio intencional de primer grado: Es un delito con pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Dado que el acusado ya enfrenta cargos múltiples, su condena final podría combinarse con sentencias consecutivas o agravantes adicionales por el historial de abuso, lo que podría aumentar significativamente el tiempo en prisión.
Infobae