La semana pasada, un hombre serbio fue ejecutado frente a su familia en Brasil, desencadenando una serie de revelaciones sorprendentes sobre su identidad y su oscuro pasado criminal. La víctima, identificada como Darko Geisler de 43 años, vivía clandestinamente en Brasil con un nombre esloveno falso.
El responsable de la investigación, Luiz Ricardo Lara Dias Jr., reveló que las investigaciones demostraron que Geisler había estado en la mira de Interpol durante casi una década. Las autoridades creen que su asesinato podría estar relacionado con su historial delictivo, que incluía múltiples asesinatos por encargo.
La policía local, en colaboración con el consulado esloveno en São Paulo, logró identificar a la víctima a través del pasaporte encontrado en la escena del crimen. Sin embargo, se descubrió que el pasaporte pertenecía a un ciudadano esloveno que lo perdió en 2017, lo que llevó a una investigación más profunda.
La búsqueda inversa de fotos en línea ayudó a la policía a confirmar la verdadera identidad de Geisler como un sicario serbio buscado en Montenegro por homicidios múltiples, posesión de armas y explosivos. Las autoridades montenegrinas confirmaron su historial criminal, revelando que Geisler había eludido la justicia durante años.
Geisler había vivido en Brasil durante aproximadamente nueve años, ocultando su identidad después de huir de Montenegro a Bosnia tras ejecutar a un hombre en la puerta de una prisión en la víspera de Navidad de 2014. Resurgió en Brasil, donde conoció a su futura esposa en 2015 o 2016 y se estableció en Santos.
La esposa de Geisler afirmó no tener conocimiento de su verdadera identidad, mientras que personas cercanas a la pareja expresaron su asombro al descubrir la verdad sobre el pasado del hombre. A pesar de llevar una vida aparentemente normal, Geisler mantenía oculta su violenta historia criminal.
El fatal desenlace tuvo lugar mientras Geisler regresaba a casa con su esposa e hijo. Las imágenes de CCTV capturaron el momento en que un hombre armado, con mascarilla y guantes, cruzó la calle y le disparó a quemarropa. El asesino se dio a la fuga en un coche negro, sin dejar rastros.
La comunidad local, desconcertada por la violenta ejecución, describió a Geisler como un padre dedicado que llevaba a su hijo a la escuela y participaba en actividades cotidianas del vecindario. Aparentemente, mantenía una fachada de normalidad al afirmar trabajar como carpintero y sostener un negocio en su «país de origen», Eslovenia.
La policía brasileña continúa la búsqueda del asesino, cuya identidad sigue siendo desconocida. Las autoridades de Brasil y Montenegro colaborarán estrechamente para arrojar luz sobre este misterioso caso, investigando si el pasado criminal de Geisler jugó un papel determinante en su trágico destino.
FUENTE: FOX NEWS