julio 4, 2024

Elon Musk, el magnate tecnológico detrás de empresas como Tesla y SpaceX, se encuentra en el centro de la controversia, según informes del Wall Street Journal. Se alega que Musk consume drogas ilegales, incluyendo éxtasis y cocaína, lo que ha generado inquietudes entre sus ejecutivos y miembros de la junta directiva.

En los últimos años, la preocupación ha ido en aumento, ya que algunos cercanos al multimillonario temen que su comportamiento errático, alimentado por el consumo de drogas, pueda tener repercusiones no solo en su salud personal, sino también en el valor de sus empresas, valuadas en alrededor de 1 billón de dólares.

Aunque el abogado de Musk afirma que el CEO se somete a pruebas de drogas de forma regular y aleatoria en SpaceX, las acusaciones persisten. El empresario ha sido previamente vinculado al consumo de marihuana y ha discutido abiertamente su experiencia con la ketamina, pero testimonios indican que también habría consumido LSD, cocaína, éxtasis y hongos psicodélicos en eventos privados exclusivos alrededor del mundo.

La magnitud de la preocupación radica en el papel esencial que Musk desempeña en sus empresas, siendo vital para el éxito de Tesla y SpaceX. Esto plantea interrogantes sobre posibles consecuencias para los inversores, decenas de miles de empleos y, significativamente, para el programa espacial estadounidense, ya que SpaceX es la única empresa actualmente aprobada para transportar astronautas de la NASA.

Las acusaciones también apuntan a momentos específicos, como una reunión de SpaceX en 2017 donde Musk mostró un comportamiento incomprensible, generando preocupaciones sobre su posible consumo de drogas. La intervención de Gwynne Shotwell, presidenta de SpaceX, evidencia la gravedad de la situación.

En 2018, la controversia escaló cuando Musk fumó marihuana públicamente con Joe Rogan, generando inquietud entre ejecutivos y miembros de la junta. Posteriormente, su tuit sobre privatizar Tesla provocó una investigación de la SEC y resultó en su renuncia temporal como presidente de la compañía.

La exdirectora de Tesla, Linda Johnson Rice, se suma a la lista de preocupados, abandonando la junta directiva en 2019 debido a su frustración por el comportamiento de Musk.

Además de las implicaciones para la salud del empresario, los informes sugieren que el uso de drogas ilegales podría violar políticas federales y poner en riesgo contratos gubernamentales de SpaceX por miles de millones de dólares.