junio 29, 2024

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El papa Francisco denunció el lunes la creciente represión contra la Iglesia católica en Nicaragua por parte del gobierno del presidente Daniel Ortega. Desde las protestas de 2018, Ortega ha acusado a los sacerdotes de organizarse y orquestar un golpe de Estado. Los obispos habían pedido al presidente justicia para los fallecidos durante las protestas y elecciones anticipadas.

En los últimos días, doce sacerdotes y un obispo han sido detenidos en el país, lo que ha llevado al Papa a expresar su preocupación. El Papa Francisco manifestó: «Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de su libertad. Expreso mi cercanía en la oración a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia en Nicaragua. Espero que se pueda seguir el camino del diálogo para superar las dificultades».

El gobierno de Ortega ha estado cada vez más aislado internacionalmente desde que comenzó a tomar medidas enérgicas contra la disidencia tras las protestas callejeras en 2018. En febrero, el obispo Rolando Álvarez, crítico de Ortega, fue declarado culpable de traición a la patria, despojado de su ciudadanía y condenado a 26 años de prisión sin juicio previo. Además, se ordenó el cierre de la embajada del Vaticano en Nicaragua.

Funcionarios del Vaticano han comparado el conflicto en Nicaragua con la persecución de la Iglesia durante la Guerra Fría en Europa del Este.