octubre 7, 2024

Este sábado, el Papa Francisco tomó la inusual decisión de destituir al obispo conservador John Strickland de Tyler, Texas, tras una investigación realizada a principios de este año sobre la diócesis.

El Vaticano no especificó las razones detrás de la destitución, marcando esta medida como extraordinaria, ya que por lo general, a los obispos con problemas se les insta a renunciar en lugar de ser completamente destituidos.

En un comunicado breve, el Vaticano anunció que el obispo Joe Vásquez de Austin asumiría como administrador apostólico de la diócesis de Tyler. La destitución de Strickland llega meses después de que se iniciara una «visita apostólica» en junio para investigar todos los aspectos de la gobernanza y el liderazgo en la diócesis, según afirmó el cardenal Daniel DiNardo de la Arquidiócesis de Galveston-Houston en Texas.

DiNardo señaló que, tras la investigación, resultó evidente que no era factible que Strickland permaneciera en su cargo. Este obispo, alineado con el ala ultraconservadora de la Iglesia católica estadounidense, se negó a renunciar cuando se le solicitó, llevando finalmente a la intervención directa del Papa Francisco.

Strickland, nombrado en 2012 por el difunto Papa Benedicto, se destacó como uno de los críticos más firmes del Papa Francisco, rechazando abiertamente sus esfuerzos para hacer que la comunidad LGBTQ se sienta más bienvenida en la Iglesia Católica y para otorgar más responsabilidad a los fieles comunes.

Su oposición a los cambios liderados por el Papa Francisco, así como su defensa pública del sacerdote antiaborto Frank Pavone el año pasado, marcaron su posición dentro de la Iglesia. La destitución de Strickland refleja tensiones significativas dentro de la jerarquía católica en Estados Unidos en relación con las reformas propuestas por el Papa Francisco.