Un motín violento sacudió una sinagoga histórica en Brooklyn cuando un grupo de hombres ortodoxos rebeldes intentó evitar que la policía y equipos de construcción cerraran un túnel ilegalmente excavado. El incidente ocurrió en la sede mundial de Chabad-Lubavitch en Crown Heights, donde furiosos individuos derribaron paneles de madera y vigas de soporte, provocando caos.
El rabino Yosef Braun, líder de la sinagoga, condenó la acción, calificándola como «alucinante» y acusando a los involucrados de llegar «listos para destruir y desfigurar los Muros Sagrados». Los disturbios fueron filmados, mostrando a policías enfrentándose a hombres judíos jasídicos mientras intentaban abrirse paso hacia un túnel de 20 pies de ancho.
Se reveló que miembros de Chabad-Lubavitch habían estado cavando el túnel durante casi un año, aparentemente destinado a llegar a un baño ritual de mujeres cercano y «ampliar» la sinagoga. Sin embargo, los motivos exactos detrás de esta acción ilegal aún no están claros.
El túnel fue descubierto el mes pasado tras informes de ruidos sospechosos. Ingenieros estructurales fueron llamados para evaluar los daños, y el lunes, camiones de hormigón llegaron para rellenar el túnel, desencadenando los disturbios.
Imágenes muestran a hombres jasídicos utilizando martillos para romper las paredes de la sinagoga centenaria, incluso logrando ingresar al túnel. Docenas fueron detenidos, algunos enfrentando cargos por delitos menores, obstrucción gubernamental y alteración del orden público.
El rabino Braun instó a la comunidad a reprender a los responsables, horrorizado por la profanación de la sinagoga. El conflicto sobre la propiedad legal de la instalación agrava la situación, y el rabino Motti Seligson de Chabad-Lubavitch lamentó que, a pesar de ganar en los tribunales, el proceso se ha prolongado durante años.
Aunque condenó las acciones de los alborotadores, el rabino Seligson expresó que las acciones extremas llevaron al cierre temporal del edificio para una revisión de seguridad estructural.
El rabino Yehuda Krinsky, presidente de Jabad-Lubavitch, agradeció a la policía de Nueva York por su ayuda y describió el vandalismo como «odioso». Se comprometió a investigar las acciones y restaurar la santidad de la sinagoga.
En medio de las tensiones, la comunidad de Chabad-Lubavitch espera que se restablezca la paz y la dignidad en este lugar sagrado, mientras las autoridades continúan investigando y evalúan las consecuencias del enfrentamiento.
Fuente Nypost