Acusa a la disidencia democrática de planear «un apagón eléctrico para cambiar el voto del pueblo».
La «furia bolivariana», término acuñado por Nicolás Maduro para dar nombre a la persecución y hostigamiento contra la oposición democrática, aumenta de forma proporcional a la cercanía del trascendental 28 de julio, fecha de las elecciones presidenciales en Venezuela.
Agentes revolucionarios atacaron ayer los vehículos de la caravana de la líder opositora María Corina Machado sólo horas después de que el ‘hijo de Chávez’ advirtiera sobre la posibilidad de que una derrota electoral provoque un derramamiento de sangre en el país.
«Si la derecha engañara a la población en Venezuela podría haber un baño de sangre y una guerra civil porque este pueblo no se dejará quitar la patria ni los derechos sociales», clamó el mandatario, que ha extremado en los últimos días sus discursos ante la evidencia de su derrota en las urnas.
El ‘hijo de Chávez’ también ha acusado a la oposición democrática de planear «un apagón eléctrico para cambiar el voto del pueblo». Venezuela sufre desde hace 14 años una crisis eléctrica sistémica, que mantiene con apagones intermitentes a distintas zonas del país.
La explicación presidencial es, como poco, rocambolesca: si el pueblo vota por la oposición, como indican todas las encuestas independientes, ese mismo pueblo se levantaría por su amor a la revolución, inexistente en la actualidad. El último sondeo, hecho público por Delphos, una de las encuestadoras más acreditadas, mantiene un 59,1% de intención de voto para el embajador Edmundo González Urrutia, frente al 24,6% del mandatario.
Delphos va más allá y ha preguntado a la gente sobre si el cambio es una necesidad en el país. Así lo ha confirmado el 71,3% de los encuestados.
El asedio revolucionario volvió a centrarse en las últimas horas en Machado, tras una nueva concentración multitudinaria en la Venezuela más profunda y un días después de la detención de su jefe de seguridad, el ex oficial de Policía Milciades Ávila. La líder opositora lanzó una alerta mundial después de que en la madrugada «cometieran un atentado contra mí y mi equipo en Barquisimeto, estado de Lara (a tres horas de Caracas). Nuestros carros fueron vandalizados y cortaron la mangueta de los frenos».
Machado mostró en vídeos y fotografías el estado de los vehículos y acusó directamente a agentes del régimen, quienes «nos siguieron desde Portuguesa y rodearon la urbanización donde pernoctamos, viniendo de Portuguesa hacia Caracas».
La pintada «No + Bloqueo», realizada con pintura blanca, cubría buena parte del lado derecho del vehículo. «La campaña de Maduro es la violencia y es responsable de cualquier daño a nuestra integridad física. No nos detendrán«, aseguró Machado.
Estados Unidos, que actualmente negocia directamente con la autoridades bolivarianas, exigió la liberación inmediata de Ávila y de los casi 80 detenidos durante la campaña. En las últimas horas Voluntad Popular, el partido del ex prisionero político Leopoldo López, denunció la desaparición de uno de sus dirigentes del estado Miranda, junto a Caracas. Se trata de Freddy Cimino, de quien nada se sabe desde la noche del miércoles.