El padre dijo «el mejor de los casos, es que se eleve la petición, sea bien acogida y podamos llegar a mediación y obtener la tan anhelada tuición compartida en igualdad y justicia».
Un padre de Copiapó, región de Atacama, solicitó un cambio de género para poder tener igualdad ante tribunales y así poder obtener la custodia de su hijo.
Se trata de Luis Núñez Díaz, quien en la mañana del 7 de agosto ingresó la solicitud de cambio de género en el Registro Civil, amparándose en la Ley 21.120, que “reconoce y garantiza el Derecho a la Identidad de Género, entendiendo por tal, como la facultad de toda persona cuya identidad de género no coincida con su sexo y nombre registral, de solicitar su rectificación”.
“Asimismo, define la Identidad de Género como la convicción personal e interna de ser hombre o mujer, tal como la persona se percibe a sí misma, la cual puede corresponder o no con el sexo y nombre verificados en el acta de inscripción del nacimiento”, estipula la ley.
En entrevista con Diario El Día, Núñez aseguró que busca obtener la custodia compartida de su hijo tras la separación de su ex pareja (y madre del niño), señalando: “Después de golpear muchas puertas para pedir ayuda por orientación o asesoría de parte de la corporación de abogados o de la Oficina de la Mujer, sin tener resultados positivos, me vi en la obligación de evaluar la posibilidad del cambio de género para poder ser escuchado y tener la opción de asesoría jurídica y así poder presentarme ante el Juzgado de Familia en igualdad de condiciones”.
La abogada Claudia Casanga, representante del Centro de Defensa de Padres y Hombres de Coquimbo, comentó sobre el caso de Luis: “Me parece terrible y de una desesperación extrema. Tenemos una sociedad en donde dividiendo se vence y esta guerra de géneros lleva a que hoy exista una desigualdad tremenda”.
Respecto a la posibilidad de que más padres utilicen el cambio de género para solicitar la custodia, Casanga relató que “hay usuarios que pertenecen al Centro de Defensa para Padres y Hombres de la región que realmente están desesperados a nivel judicial y familiar, con una judicialización en donde muchas veces llegan colapsados mentalmente y al borde del suicidio (la más alta tasa es de hombres), por ser discriminados y siempre señalados como culpables a pesar de ser buenos padres o no haber hecho nada”.
“Espero que no sea necesario que intenten esto más usuarios, pues siempre debe haber una convicción. Aquí el punto es evitar estos casos extremos y mejorar las políticas públicas, defendiendo la coparentalidad y viendo que por género el hombre también puede ser víctima, ya que la violencia es transversal, no tiene género”, concluyó.
T13 de Chile.