julio 3, 2024

La agencia Estadounidense de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha mejorado la calificación crediticia del país de CCC+ a B-. Esta mejora, anunciada recientemente, ha generado optimismo en los círculos financieros internacionales y ha sido elogiada por expertos de JP Morgan.

Según el informe de JP Morgan, esta mejora se basa en las operaciones recientes de gestión de pasivos llevadas a cabo por el gobierno salvadoreño. Estas medidas estratégicas se han diseñado para mitigar el riesgo de incumplimiento en los próximos años, proporcionando así una mayor estabilidad económica para el país. A pesar de que S&P señaló algunas vulnerabilidades, como la carga de deuda y la limitada flexibilidad monetaria, la agencia considera que El Salvador ahora está en una posición más sólida para cumplir con sus obligaciones financieras sin depender de condiciones extremadamente favorables.

Este logro se ha atribuido a los esfuerzos continuos del gobierno de Nayib Bukele en diversas áreas. Uno de los aspectos destacados es la corrección fiscal que ha progresado a buen ritmo, llevando al país desde un déficit primario masivo del 6% a un superávit del 2%. Este enfoque disciplinado ha fortalecido la posición fiscal del país y ha sido fundamental para la mejora de la calificación crediticia.

Además, El Salvador ha experimentado un crecimiento económico sorprendentemente alto, superando las expectativas y proyectándose en torno al 4% anual en 2023. Esta tendencia al alza ha planteado preguntas sobre si el crecimiento potencial del país, estimado en cerca del 2%, ha aumentado. Los analistas de JP Morgan sugieren que hay razones para creer que sí, especialmente debido a mejoras en las condiciones de seguridad y un cambio en el gasto público hacia la inversión en proyectos de infraestructura en varios sectores de la economía. Además, la inversión extranjera directa, aunque lenta, está mostrando signos de recuperación y podría impulsar la productividad en el futuro cercano.

El informe de JP Morgan también destaca la posibilidad de que El Salvador acuerde un programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) después de las elecciones presidenciales programadas para febrero del próximo año. Este acuerdo potencial no solo proporcionaría apoyo financiero adicional, sino que también diversificaría las fuentes de financiamiento del país, aumentando su resiliencia económica.



A pesar de estos avances, tanto S&P como JP Morgan advierten que el crédito de El Salvador sigue siendo objeto de especulación. Sin embargo, el grado de especulación se ha limitado considerablemente debido al progreso observado en varios indicadores clave.

Esta mejora crediticia no solo es un reconocimiento de los esfuerzos del país para fortalecer su economía, sino también un paso hacia adelante en el camino hacia la estabilidad financiera y el crecimiento sostenible para El Salvador.