A principios de esta semana, el Ministerio de Salud palestino, dirigido por Hamás, afirmó que Israel había atacado un hospital en Gaza, matando a más de 500 personas.
Estas afirmaciones se propagaron rápidamente en las redes sociales, y los medios de comunicación. Sin embargo, cada aspecto de esta narrativa ha sido desacreditado por pruebas y declaraciones oficiales.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) presentaron evidencia que demostraba que la explosión ocurrió en un estacionamiento, no en el hospital, y fue causada por un cohete disparado por la Yihad Islámica Palestina, no por una bomba aérea israelí.
La agencia de noticias AFP reportó que una agencia de inteligencia europea confirmó que el número de muertos era mucho menor de lo que afirmaba Hamás, estimándolo entre 10 y 50 personas. Además, nuevas estimaciones de la Comunidad de Inteligencia de EE. UU. pintan el número de muertos como «mucho menos» de lo que afirmaron los palestinos, con una evaluación de inteligencia que situaba el número de muertes estimadas en el «extremo inferior del espectro de 100 a 300», según informes vistos por la AFP
Lior Haiat, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, condenó la difusión de información incorrecta por parte de los medios de comunicación internacionales. Señaló que esta desinformación provocó disturbios regionales y violencia, subrayando la irresponsabilidad de los periodistas que no verificaron sus fuentes y permitieron que la propaganda de Hamás influyera en la opinión pública mundial.