En el tranquilo municipio de Waslala, una comunidad en la región de la Costa Caribe Norte de Nicaragua, ocurrió un evento inusual y espantoso este domingo. Juan Manuel Brown, un hombre de 31 años, protagonizó un acto de violencia extrema al prender fuego a su esposa, Luby Varga, de 19 años.
La discusión entre la pareja alcanzó un nivel escalofriante cuando Brown encerró a Luby en una habitación y la roció con gasolina antes de prenderle fuego.
A pesar de los esfuerzos de los vecinos que alertaron a las autoridades, Luby sufrió quemaduras en el 70% de su cuerpo. Fue rescatada con vida y llevada al hospital Fidel Ventura en Waslala, pero debido a la gravedad de sus heridas, fue trasladada al hospital de Matagalpa, donde lamentablemente falleció.
El agresor también resultó herido en el acto, con quemaduras en diferentes partes de su cuerpo, especialmente en los brazos, la cara y el abdomen. Existen versiones contradictorias sobre cómo ocurrieron sus quemaduras; algunos dicen que intentó suicidarse después de prenderle fuego a Luby, mientras que otros sugieren que las llamas lo alcanzaron durante el ataque.
La pareja son padres de dos niñas de 2 y 3 años de edad, que minutos antes fue sacada por su abuelita y llevada donde una vecina, si no la tragedia hubiese sido peor.
Según los testimonios de los amigos cercanos, la relación entre Luby y Juan Manuel había terminado meses atrás. Sin embargo, la obsesión y el hostigamiento persistían. El fatal desenlace ocurrió tras una noche de discusiones porque Luby Vargas había salido a tomar con sus amigas.
Amigos de la víctima, como Sandra Janeth González Zeledón, intentaron evitar una tragedia mayor, pero lamentablemente, no pudieron evitar el horror que se desató en la madrugada del domingo.
«Ya le habíamos dicho que tuviera cuidado, pero ella nunca lo quiso denunciar, ya tenían unos seis meses que se habían separado, pero él siempre llegaba a estarla hostigando y ofendiendo, ellos tenían dos hijas, pero las pequeñas están bien”, relato la amiga.
Actualmente, Juan Manuel Brown está bajo custodia policial en el hospital escuela Cesar Amador Molida de la ciudad de Matagalpa, donde se recupera de sus heridas.
Esta trágica historia pone de manifiesto la urgencia de abordar la violencia de género y tomar medidas para proteger a las víctimas antes de que sea demasiado tarde.