En medio del conflicto en Ucrania, los soldados se encuentran lidiando con un enemigo inesperado y formidable: una plaga masiva de ratas y ratones. Esta situación no solo ha generado angustia por la desventaja que podría representar contra Rusia, sino que también está propagando enfermedades, evocando las temibles condiciones de la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial.
Según un revelador informe de la CNN, una militar ucraniana identificada como “Kira” ha descrito las terribles circunstancias en las que miles de roedores han invadido los refugios, atacando suministros, equipos e incluso a los propios soldados. La llegada del invierno ha exacerbado el problema, llevando a más roedores a buscar refugio y calor en las trincheras, según señala el reporte.
La plaga de roedores no solo ha tenido consecuencias nefastas para la salud de las tropas, sino que también ha afectado la eficacia combativa. Se ha informado de un brote de “fiebre del ratón” entre las unidades rusas, con síntomas graves que incluyen fiebre, erupciones cutáneas, hemorragias oculares, vómitos y problemas renales. Esta enfermedad ha disminuido significativamente la capacidad de combate de los soldados rusos, generando preocupaciones similares para las tropas ucranianas.
Además de los riesgos para la salud, los roedores están causando estragos en el equipamiento militar al masticar cables esenciales, provocando importantes pérdidas económicas. Los daños a las líneas de comunicación y otros equipos vitales han agravado aún más los desafíos que enfrentan los soldados en el campo.
Esta situación no es nueva en la historia militar. La crisis actual en Ucrania guarda similitudes notables con el fenómeno de las “ratas de trinchera” de la Primera Guerra Mundial, donde las condiciones de conflicto estancadas permitieron que florecieran poblaciones de roedores, causando enfermedades generalizadas y angustia entre los soldados.
El término «ratas de las trincheras» hace referencia a la proliferación de ratas en las trincheras de los soldados en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial. Estos roedores se alimentaban de restos de comida y cadáveres, creciendo a tamaños enormes y multiplicándose rápidamente. Las ratas no solo eran una molestia, sino también un riesgo para la salud debido a las enfermedades que podían transmitir.
El investigador ucraniano Ihor Zahorodniuk destaca la necesidad de esfuerzos organizados para combatir esta plaga de roedores. Subraya que depender únicamente de soldados y voluntarios para el control de plagas es insuficiente. La experiencia de la Primera Guerra Mundial nos enseña que estas situaciones requieren medidas urgentes y coordinadas para evitar consecuencias desastrosas.
La guerra actual entre Ucrania y Rusia, que comenzó en 2014 con la anexión rusa de Crimea y se reavivó con una “Operación Militar Especial” en el este de Ucrania en 2023, ha visto una escalada significativa. Este conflicto ha llevado a una profunda crisis humanitaria y geopolítica, con miles de muertes y desplazamientos masivos. Las tensiones internacionales han aumentado debido a la implicación de países occidentales en apoyo a Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia. El conflicto se mantiene como un punto crítico en la política internacional, afectando la seguridad y la economía global. La presencia de esta plaga de roedores agrega una capa adicional de complejidad a una situación ya de por sí desafiante.